miércoles, 10 de septiembre de 2014

Un momento de reflexión continua.

Querido lector, es el momento de las presentaciones...


Este es el momento. Creo. Las moscas se excitan al oler el batido de frutas que acabo de beber y mientras yo miro la pantalla y no llega alguien importante. Es tan importante que soy un inútil sin ella, o él, quizás la nombramos mal. Me refiero a la amiga: Inspiración.

Muchas veces llega, saluda y se va casi tan rápido como ha venido. Es egoísta y solo aparece cuando se le antoja. El otro día me comentó que tardaría un par de semanas en llegar a casa, y yo, cómo un estúpido, la eché de menos. 



Cansado de esperarla me he puesto a pensar. ¿Qué rumbo tiene mi vida? Mis estudios no van muy allá, no estoy trabajando (¿Quién tiene trabajo ahora mismo?) y cada vez soy más pesimista con mis sueños. 

¡Ojalá acudiera alguien en mi ayuda! Pero el eco me responde.
Ayuda, ayuda, ayuda...

Así que aquí estoy. Escribiendo esto, sin ayuda. Porque ni la inspiración ni el eco van a venir a ayudarme. Y yo me pregunto: Escribir ¿Tiene futuro?

Bueno, sé que no voy a vivir de ello. Hay miles de millones de personas muchísimo mejores que yo y con mucha más suerte. De alguna manera, creo que soy una de las personas que no va a cumplir sus sueños, mucho menos, vivir de ellos.


¿Qué hago? ¿Lo dejo, sigo, me voy a otra dimensión dónde haya triunfado, mato a mi otro yo y le robo su vida? Hay algo que se me escapa, pero seguiré pensando. 





Con toda la tontería, me he olvidado de que tenía que presentarme. Bueno, mi seudónimo aquí es Lengleth, aunque muchos me conocen como Víctor... o "ese tío raro de ojos achinados". 


Tranquilos, los federales de otras dimensiones no pueden pasar aquí :D De momento... :S


No hay comentarios:

Publicar un comentario